1 crema para cuidar tu piel en temporada de frío

La temporada de frío empieza a sentirse más en muchas zonas de México: mañanas frescas, aire seco y cambios bruscos entre la calle y espacios con calefacción o aire acondicionado. La piel responde de inmediato: labios que se agrietan, manos que arden después de cada lavado, mejillas sensibles por el viento y roces por la ropa. No es solo incomodidad; es la barrera cutánea pidiendo apoyo.

 

 

Para esos días —y noches—, tener una sola crema que resuelva es un alivio real. Cicalfate+, la crema reparadora multiusos de Avène, está pensada para acompañarte justo ahí: calma cuando hay molestia, protege cuando el clima y el roce no ayudan, y apoya la reparación de la piel para que vuelva a sentirse cómoda.
 

Y aunque el frío es el protagonista de este artículo, piensa en situaciones cotidianas: después de usar gel antibacterial o lavarte las manos varias veces, esa sensación de tirantez que no cede; una tarde de viento que deja los labios ardiendo; la nariz irritada tras un resfriado; un roce por la ropa o por el entrenamiento; talones y codos ásperos que no mejoran. Cicalfate+ también aparece ahí: aplicas una capa ligera, masajeas suavemente y sigues con tu día. La piel se siente más tranquila desde la primera aplicación y, con el uso constante, recupera confort en poco tiempo.
 

Todo esto se apoya en la tecnología de su fórmula: un complejo posbiótico derivado del Agua Termal de Avène que favorece los procesos naturales de reparación de la piel; sulfato decobre y zinc, que ayudan a mantener la zona en buenas condiciones mientras se recupera; y una textura que se asienta bien, sin sensación pesada. Así puedes usarla en distintas zonas —rostro, manos, cuerpo, incluso zonas íntimas externas— y en diferentes momentos del día.

¿Cómo integrarla sin sentir que “agregaste pasos”? Muy fácil: tenla a la mano. Por la mañana, una capa ligera en nudillos, comisuras y labios antes de salir; a mitad del día, reaplica después del gel antibacterial o si sientes tirantez; por la noche, tras la ducha (agua tibia, no muy caliente), seca la piel con toques y vuelve a aplicar en las áreas que más se irritan. Si usas tratamientos como exfoliantes o retinoides en el rostro, Cicalfate+ puede ser ese gesto final, local y reconfortante para equilibrar la zona que lo necesite.

 

 

En temporada de frío, pequeños ajustes marcan la diferencia: bajar un punto la temperatura del agua, secar con toques en lugar de frotar, hidratar los ambientes cerrados, usar guantes si vas en bici o moto y no olvidar el protector solar incluso con cielo nublado. Cicalfate+ se suma a esos hábitos como un básico versátil.

Lo mejor es que su uso es intuitivo. No necesitas cronómetro ni rituales largos. Observa tu piel y reaplica cuando lo pida. Si se trata de labios, manos o zonas de roce, las capas finas y frecuentes funcionan mejor que una sola aplicación muy abundante. Y si aparece alguna irritación puntual —un raspón, un piquete, un pequeño accidente en la cocina—, está lista para entrar en escena.

 

 

Al final, de eso se trata: de que tu cuidado diario no se sienta como una lista de tareas, sino como algo que de verdad te cuida. Cicalfate+ es esa crema para toda la familia que vive en el buró, en la bolsa o en el cajón del baño y que usas sin pensarlo mucho porque sabes que funciona.

Ya lo sabes: cuando la temperatura baja y la piel se pone sensible, tener a la mano una fórmula que calma, protege y ayuda a reparar no es un lujo; es práctica pura.