Cicatrización
Sea cual sea vuestro tipo de piel, algunos factores pueden derivar o favorecer la sensibilidad excesiva: su piel reacciona con fuerza y, casi siempre, cuando no quiere que se manifieste...

¿Qué es la cicatrización?
La cicatrización es una de las propiedades más importantes de los tejidos humanos.
Es un proceso de reparación de lesiones de los tejidos que comprende 2 fases:
- Una fase de cicatrización profunda: los tejidos dérmicos se regeneran formando yemas tisulares, proliferaciones ricas en capilares y en células. Este proceso se parece a una inflamación. Si es muy intenso, debe ser regulado por una intervención médica.
- Una fase de cicatrización superficial: en el transcurso de la cual la epidermis se cierra desde los bordes de la herida.
- Hace falta que el traumatismo no sea demasiado importante y que la herida sea suficientemente pequeña para que la epidermis pueda cerrarse directamente y que no tenga infección.
UNA BUENA CICATRIZACION : DAR TIEMPO AL TIEMPO.
Si la herida ha sido profunda, esta cicatrización acabará con la reparación de la epidermis, pero el aspecto no será el mismo que el de una piel normal, quedando una cicatriz. Esta cicatriz mejorará y se remodelará. No se juzga el estado inmediato de una cicatriz, sino transcurridos varios meses después
En algunos casos excepcionales, se pueden conocer los verdaderos problemas de cicatrización. Entre las causas:
- Algunos problemas en el metabolismo del colágeno, por ejemplo, pueden llevar a cabo una reparación anormal, lenta o con cicatrices atópicas.
- Problemas del estado general, como la desnutrición.
- Ingresos hospitalarios prolongados (úlceras crónicas, gangrenas).
- Una mala circulación puede provocar también úlceras en las piernas y heridas de lenta cicatrización.
- En fin, ciertas personas tienen tendencia a tener cicatrices abultadas, que se parecen a burletes lisos que no mejoran espontáneamente. Estas cicatrices son conocidas como “queloides”. Hablamos entonces de cicatrización excesiva.