Sérum, exfoliante y mascarilla para hidratar el rostro
Para una piel intensa e hidratada de forma duradera, una crema por sí sola no siempre es suficiente: a veces necesita un poco de ayuda, además de su cuidado diario. Después de una limpieza suave con agua tibia (sobre todo, no con agua caliente, que es demasiado agresiva para la piel) y antes de aplicar el producto de cuidado de la piel, opta por un sérum hidratante. Este concentrado de activos reforzará la acción hidratante del tratamiento y contribuirá a devolver a la piel del rostro suavidad, flexibilidad, confort y luminosidad.
De dos a tres veces por semana, también puedes aplicar a tu piel un cuidado de hidratación intensa justo antes de acostarte: aplica una capa generosa de mascarilla hidratante, déjala actuar durante 10 a 15 minutos, retira el exceso con un pañuelo de papel y déjala actuar toda la noche.
Por último, no te niegues los beneficios de un exfoliante solo porque tu piel esté deshidratada. Exfoliarla una vez a la semana quitará la piel muerta y mejorará la eficacia del cuidado.
Cómo cuidar la piel deshidratada