Cuerpo: ¿por qué mi piel está deshidratada?
Al igual que la piel del rostro, la del cuerpo varía debido a diferentes factores. El frío, el viento y el sol pueden secar y deshidratar la piel, ya que debilitan el equilibrio de la capa superior de la piel. La película hidrolipídica que la recubre se altera y no es capaz de retener la humedad.
Esta humedad se evapora más fácilmente y deja en la piel una sensación de incomodidad. Está tensa, le falta flexibilidad y tiene zonas con rojeces, a veces con descamación.
Esta deshidratación se observa principalmente en invierno, ya que la calefacción aumenta la evaporación la humedad. Lo mismo ocurre con el cloro de la piscina, los productos inadecuados o la depilación demasiado agresiva.
¿Por qué hay que hidratar la piel?