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Todo lo que necesitas saber sobre los brotes

Una mancha de brotes no es algo que se pueda quitar en un día. Existen varias etapas en la formación de estas lesiones microcíticas, comedonales e inflamatorias en el rostro, la espalda, el cuello y el tórax, que comienzan durante la pubertad, pero que también se producen en la edad adulta. Veámoslo en detalle.

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La mancha es la punta del iceberg

Existen cuatro fases en la formación de una mancha por brotes: la sobreproducción de sebo, el engrosamiento de la piel, la formación de puntos negros y comedones y, por último, la hinchazón. ¿Qué desencadena los brotes? Especialmente cuando las enzimas de la piel hacen un mal uso de ellas (como en la pubertad y en épocas de estrés), las hormonas estimulan la secreción de sebo y hacen que la piel sea más grasa. La capa superior de la piel se engrosa debido al aumento de los ácidos grasos libres y se vuelve pegajosa. Los folículos pilosebáceos (sacos situados a nivel de la piel) se llenan de células y sebo que se vuelven negros al contacto con el aire: son los puntos negros.

Entonces, la bacteria C. Acnes provoca una hinchazón en estas zonas, lo que lleva a la formación de granos y pústulas (puntos blancos), así como quistes y nódulos.
Más información sobre las causas de los brotes

 

Cuando tienes brotes, la glándula sebácea está bloqueada por el sebo que se ha vuelto demasiado espeso o se segrega en una cantidad demasiado grande. Además, las células de la entrada del folículo pilosebáceo se comportan de forma anormal y hay un desequilibrio en la flora cutánea.

Sociedad Francesa de Dermatología

Puntos blancos: todo lo que debes saber sobre los microquistes faciales

Los microquistes faciales también se denominan comedones cerrados. Se desarrollan principalmente en las mejillas, la frente, el mentón y alrededor de los labios. ¿Qué es esa bolita blanquecina que se siente bajo la piel? Es un signo de exceso de secreción de sebo. El punto de partida para su formación son los folículos pilosebáceos, que están compuestos en parte por glándulas sebáceas. Cuando la concentración de sebo es máxima y el estrato córneo se engrosa, el pequeño cúmulo bajo la piel implosiona. En esta fase, el grano desaparece espontáneamente o se inflama cuando el exceso de sebo aumenta la secreción de la bacteria Cutibacterium Acnes. En caso de enrojecimiento, aparecen pústulas y abscesos. Hay mucho por hacer debajo de una piel propensa a los brotes…

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El fin de la vida de un grano de brotes

Una vez que se ha formado un grano, ¿cómo se elimina?

Todos los granos acabarán desapareciendo: en un período de días a semanas, los macrófagos (células inmunitarias) activarán la fase de limpieza. ¿Cuál es su papel? Eliminan el tejido cutáneo dañado por el grano. 

Para deshacerte de los granos por brotes, limpia los poros a fin de limitar la acumulación de oleosidad y la hinchazón, y pide cita con un dermatólogo para que te aconseje sobre la terapia de uso diario.

 

ASESORAMIENTO AMABLE (Y EXPERTO)

¡El cuidado y la higiene son tus amigos!
Algunos buenos hábitos para combatir las imperfecciones.

Limpia tu piel dos veces al día y desmaquíllate todas las noches.

Abandona todos tus productos de limpieza agresivos. Los productos agresivos estimulan la secreción de sebo, lo que favorece y agrava la aparición de los brotes. En su lugar, opta por geles limpiadores suaves más adecuados. 

Evita hurgar en las manchas. Esto limitará el riesgo de que se forme un grano, o una infección bacteriana secundaria si ya tienes un grano. Tampoco aprietes tus manchas: las impurezas pueden penetrar más profundamente en tu piel y pueden aparecer cicatrices.

Aprende lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer

Los cuidados adecuados para la piel propensa a los brotes

Los cuidados adecuados para la piel propensa a los brotes

La renovación de la piel es esencial para protegerla de las cicatrices. Una buena rutina de cuidado de la piel es la mejor manera de potenciar este proceso natural. Aplica una mascarilla absorbente y exfoliante una o dos veces por semana: estos productos contienen agentes hidratantes que calman y purifican la piel y favorecen la renovación celular. Las mascarillas también limitan la acumulación de sebo y los brillos. Si tu piel está irritada, utiliza una compresa de agua termal.

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