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Rutina de cuidado de la piel para piel grasa

Cada tipo de piel tiene su propia rutina de cuidados, y la piel grasa requiere una atención especial. Hay que limpiar, hidratar, purificar, sí, pero no de cualquier manera. Podemos ayudarte con los productos adecuados para equilibrar tu piel grasa sin lastimarla ni tratarla de forma demasiado agresiva. Veamos cómo iniciar el círculo virtuoso de una piel más sana (¡y más bella!).

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Identificar la piel grasa

En primer lugar, identificar tu tipo de piel es esencial para elegir los productos adecuados para esta.
La piel grasa se reconoce por su aspecto brillante en todo el rostro debido a que la piel produce un exceso de sebo. Sus poros, los diminutos orificios por los que drena el sebo, estarán dilatados y muy visibles. Las imperfecciones se producen cuando los poros se obstruyen. Si te maquillas, será difícil que la base de maquillaje quede en tu rostro todo el día, y tendrás que retocarte regularmente. Por último, el cuero cabelludo también se verá afectado y el cabello se engrasará con facilidad.
Si te reconoces en esta descripción, probablemente tengas la piel grasa.

¿Por qué tengo la piel grasa?

“Me han dicho que la piel grasa envejece mejor que la seca, pero, mientras tanto, no soporto el aspecto brillante de mi piel y mis poros dilatados…”.

Emilie, 29 años

¿Qué productos debo utilizar para lavar mi piel grasa?

La rutinal para la piel grasa comienza con la limpieza. Tu prioridad es purificar y reducir el exceso de sebo. Existen varias formas de conseguirlo.

Gel limpiador

Un gel sin alcohol ni jabón es la opción más suave para cuidar la piel grasa. El gel se utiliza por la mañana para eliminar el sebo secretado por la noche, y por la noche para eliminar el sebo, el maquillaje y las impurezas acumuladas durante el día. El gel limpiador se aplica sobre la piel húmeda y debe enjuagarse. Termina con Agua Termal Calmante y antiirritante para eliminar los residuos del agua de la llave , y calmar y suavizar la piel. Para aumentar su eficacia, rocía el agua sobre el rostro y masajea con las yemas de los dedos para quitar los restos de impurezas.

Agua micelar 

Este capta el sebo y las impurezas gracias a las “micelas”: diminutas partículas que atraen las sustancias grasas. El agua micelar es una solución muy suave que desmaquilla y limpia por la mañana y por la noche sin alterar la piel sensible y grasa. Práctico y rápido, este producto de doble acción (desmaquillante y limpiador) se aplica con un algodón y no necesita aclararse. La solución perfecta cuando te da flojera desmaquillarte…

 

Cómo hidratar mi piel grasa

Que tu piel sea grasa no significa que no necesite hidratación, sino todo lo contrario. Después de la limpieza matutina, aplica una crema de día matificante ligera y no grasa a tu piel grasa para reducir el exceso de grasa e hidratarla y protegerla. Se puede utilizar como base si te maquillas y, por supuesto, debes utilizar maquillaje no comedogénico. Por la noche, no te saltes el paso de desmaquillaje con un gel limpiador o agua micelar, e hidrátate con una emulsión específica para pieles grasas. También puedes aplicar una terapia antiimperfecciones si es necesario. 

Todos nuestros consejos de maquillaje para piel grasa

 

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ASESORAMIENTO AMABLE (Y EXPERTO) 

Tu piel grasa también necesita ser purificada en profundidad.

La limpieza y la hidratación forman parte de la rutina diaria para el cuidado de la piel grasa. Para dejar que la piel respire y darle brillo, también puedes aplicar un exfoliante suave o una mascarilla limpiadora absorbente. Esto “destapará” sus poros eliminando el exceso de sebo, las células muertas y las impurezas en profundidad. Pero ten cuidado: no utilices estas mascarillas más de una o dos veces por semana, y siempre junto a productos que no sean agresivos y que no lastimen la piel. Si la piel se trata de forma demasiado agresiva, reacciona engrosando y produciendo más sebo, que es exactamente lo que queremos evitar. 

Buenos hábitos para cuidar la piel grasa

Buenos hábitos para cuidar la piel grasa

Aunque parece más gruesa y menos frágil que la piel seca, la piel grasa también necesita ser suavizada. La clave es elegir productos dirigidos a este tipo de piel y aplicarlos con suavidad. Utiliza las yemas de los dedos para aplicar tu limpiador, crema o exfoliante, y no frotes la piel si utilizas un disco de algodón y agua micelar. 

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